El pasado martes 18 centenares de soldados turcos (entre trescientos y un millar) invadieron el norte de Irak, la zona considerada como el Kurdistán iraquí, retirándose en menos de 24 horas. Turquía no ha facilitado un informe de bajas.
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La incursión se produjo cuando tropas turcas avistaron cerca de la frontera a grupos, presuntamente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo terrorista vinculado a varios atentados en Turquía que exige la independencia del Kurdistán. El ejército turco envió entonces a sus hombres previendo posibles nuevos ataques terroristas. Aunque los turcos no han facilitado datos, la versión kurda afirma que se han producido fuertes combates en las ciudades de Shamzinan y Sidakan, en la provincia de Erbil, añadiendo que los turcos contaron con el apoyo de cuatro carros de combate. En el Kurdistán iraquí puede haber hasta 3500 miembros del PKK.
Previamente, el lunes 17, la aviación turca bombardeó masivamente posiciones del PKK en el norte de Irak, en Avasin, Hakukr y las montañas Kandil, en una operación en la que participaron de 25 a 50 cazas F-16, y que produjo, según fuentes pro-kurdas, siete muertos.
La acción militar se produjo coincidiendo con la visita sorpresa en la ciudad iraquí de Kirkuk de la Secretaria de Estado de los EEUU, Condoleezza Rice, quien posteriormente manifestó que “Estados Unidos, Irak y Turquía tienen un interés común en frenar las actividades del PKK que amenazan la estabilidad del norte y han causado muertos en Turquía”. El Presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani, no participó en una recepción prevista con Rice, mostrando su malestar al apoyo tácito norteamericano a la acción turca.
Esto complica, sin duda, las ya complejas relaciones y la estabilidad de Irak. Los kurdos iraquíes (unos 4.000.000), en lo religioso mayoritariamente sunníes, disfrutan de un régimen de autonomía en Irak que prácticamente roza la independencia. La región autónoma del Kurdistán iraquí ha disfrutado del apoyo de los EEUU en recompensa a la estrecha colaboración habida durante la invasión y ocupación de Irak, iniciada en 2003. La realidad, en comparación con el resto del Estado, muestra una región relativamente próspera y segura.
No obstante esta incursión desestabiliza la zona. En Octubre de 2007 el PKK materializó varios ataques terroristas en el sur de Turquía. Recep Tayyip Erdogan, primer ministro turco, exigió a Irak el control sobre el PKK, supuestamente protegido por el Kurdistán iraquí. Tras las diferentes negativas se inició una escalada de tensiones entre Turquía, Irak y el Kurdistán, y Estados Unidos. Al tiempo que Erdogan solicitaba al Parlamento turco el permiso para perseguir y acabar con el PKK dentro y fuera de las fronteras de Turquía (17-10-2007), el Congreso de Estados Unidos, con la nueva mayoría demócrata, condenó el genocidio armenio de principios de siglo XX, llevado a cabo por los turcos en tiempos del Imperio Otomano, mientras que el Kurdistán iraquí anunciaba que respondería a cualquier violación de su soberanía e Irak buscaba una salida diplomática al conflicto (30-10-2007).
Octubre fue un mes clave para entender este momento. Turquía se vio rechazada por Estados Unidos frente a los ataques del PKK, que aunque condenó los atentados, se posicionó frente a una posible acción turca en Irak (“No creemos que sea lo mejor para sus intereses enviar tropas a Irak”, dijo George W. Bush el mismo día que el Parlamento turco dio luz verde), al tiempo que el Congreso americano condenaba el genocidio armenio (10-10-2007), hecho que Turquía considera un “incidente” y no un genocidio. Turquía se vio traicionada por EEUU, mientras que Irak intentaba minimizar los ataques del PKK y Siria manifestaba su apoyo directo al “legítimo derecho” turco de defenderse (16-10-2007). Posteriormente el ejército ruco ha cruzado la frontera en varias ocasiones, aunque nunca en número tan elevado, ni con enfrentamientos reconocidos. La aviación turca tampoco es la primera vez que bombardea presuntas posiciones del PKK en territorio iraquí.
A pesar de todo, Estados Unidos ha manifestado su temor a que esta acción (y la previsión de futuras acciones) desestabilice la zona norte de Irak. Rice ha manifestado que comprende las pretensiones defensivas de Turquía, pero que los intereses de EEUU, Irak y Turquía en la zona deben primar, así como la estabilidad. Rice recordó, no obstante, que el PKK es un “enemigo común”. Un frente, el norte, que ha pasado de potencial a probable en las últimas horas. Pero para la opinión pública turca esta acción tiene una gran acogida.
Tampoco podemos obviar el hecho de que Turquía ha violado la legalidad internacional al invadir suelo soberano de otro Estado, militarmente, y sin permiso ni autorización internacionales. Recordemos que la guerra está proscrita por Naciones Unidas y que cualquier actividad de “guerra” o paz debe hacerse conforme al Derecho Internacional, con el beneplácito del Consejo de Seguridad.
Resulta asimismo curioso comprobar cómo en los medios españoles, así como en los grandes medios anglosajones (CNN y BBC) y árabes (Al-Jazeera) la noticia resulta casi residual.
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