• Nación y nacionalismo

    Aquí dejo un breve resumen de las teorías generales expuestas en "Teoría e Historia de la Nación", con los discursos del profesor Mateo Ballester, y las teorías de A. Smith y Hastings.

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    I - NACIONALISMO. Significados:

    • Proceso de formación o crecimiento de naciones.
    • Sentimiento de consciencia o pertenencia a la nación.
    • Lenguaje y simbolismo de la nación
    • Movimiento político-social, en nombre de la nación.
    • Doctrina e ideología de la nación, ya sea desde el punto de vista general o particular.
    Es, pues, lenguaje y simbolismo, movimiento político social y doctrina ideológica de la nación.


    II - CONCEPTOS

    Nacionalismo: un movimiento ideológico para alcanzar y mantener la autonomía, la unidad y la identidad de una población que algunos de sus miembros consideran que constituye una nación presente o futura.

    Estado-nación: Smith nos dice que, ya que el 90% de los Estados son plurinacionales, no puede hablarse de Estado-nación, sino de Estado-nacional, siendo éste “Estado legitimado por los principios del nacionalismos cuyos miembros poseen cierto grado de unidad e integración nacional, pero no de homogeneización cultural”. O dicho de otro modo, un Estado con una nación política, y quizá cultural, dominante.

    El 90% de los Estados del mundo son poliétnicos, y el 50% de éstos sufren serias fracturas étnicas.

    Identidad nacional: la continua reproducción y reinterpretación del patrón de valores, símbolos, recuerdos, mitos y tradiciones que componen el patrimonio de distintas naciones, y las identificaciones de los individuos con ese patrón y esa herencia, así como sus elementos culturales.

    • Niveles de identidad: además de la identidad individual, existe, dice Smith, la identidad colectiva, que no se limita a la suma agregada de identidades individuales, sino que es un ente separado, destacado y perdurable. CONTRAEJEMPLO: EL ANTIGUO EGIPTO. No hay memoria sin pueblo.

    • Continuidad y cambio: las identidades culturales colectivas no son algo fijo y/o estático, sino que, por el contrario, de forma generacional, se reconfiguran y adaptan los símbolos y valores, evolucionando la identidad nacional colectiva.

    Etnia y Nación: para la ideología nacionalista, la nación es una comunidad sentida y vivida, una categoría de comportamiento pero también de imaginación, y es uno que exige de los miembros determinados tipos de acción. Pero por otro lado, si la nación precede al nacionalismo no podemos referirnos a ella como instrumento de la ideología, aunque tampoco podemos obviar la estrecha relación entre ambas.
    Las definiciones de nación abarcan desde lo objetivo (lenguaje, religión, costumbres, territorio o instituciones) hasta la subjetivo (actitudes, percepciones, sentimientos). Tanto las explicaciones puramente objetivas como subjetivas adolecen de la imposibilidad de abarcar a todos los tipos o casos de naciones.
    Pese a las discrepancias académicas, se ha llegado a un consenso: una nación no es un Estado ni tampoco una mera comunidad étnica.

    Smith:
    • Etnia: comunidad humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, que posee mitos comunes de antepasados, que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una cultura compartida y un cierto grado de solidaridad, al menos entre las élites.
    • Nación: comunidad humana con nombre propio que ocupa un territorio propio y posee unos mitos comunes y una historia compartida, una cultura pública común, un sistema económico único y unos derechos y deberes que afectan a todos sus miembros. La nación es representada por una serie de símbolos (bandera, himno, ceremonias, etcétera) e instituciones.

    Etnia (Ballester): Otrora era raza. Actualmente, son colectivos culturales con rasgos comunes, objetivamente dependientes, pero variables, que se identifican con sí mismos.
    Nación (Ballester): Comunidad con una idiosincrasia común que ve, o desea ver expresada una proyección política, aplicando el principio de soberanía nacional a la etnia.

    Nación (Hastings): Comunidad histórico-cultural, con un territorio que considera propio y sobre el que reclama soberanía, con una visión horizontal.

    Nación cultural y nación política: cuando hablamos de nación cultural nos estamos refiriendo a la nación étnica; de la etnia a la nación. Tiene bastante del nacionalismo sociocultural. Cuando nos referimos a la nación política hablamos de la creación por parte del Estado de una nación, o de la nación cívica. El nacionalismo es una ideología que crea a la nación en base a un discurso articulado más o menos realista.

    Hastings
    • Etnia: Grupo de personas con una identidad y una lengua hablada comunes. Para Hastings, la lengua vernácula es necesaria para poder hablar de una nación.
    • Nación: Comunidad mucho más consciente de sí misma que una etnia. Se forma a partir de una o más etnias, con un corpus escrito importante. Posee o reclama el derecho a la identidad y a la autonomía política como pueblo, junto con el control de un territorio específico.
    • Nación-Estado: Es un Estado que se identifica en función de una nación específica, cuyos ciudadanos no se consideran sólo súbditos, sino como una sociedad con vínculos horizontales a la que en cierto sentido pertenece el Estado, identificándose así el pueblo con el Estado.
    • Nacionalismo: Como teoría política nace en el siglo XIX. De forma práctica, dice, “deriva de la creencia de que etnicidad o tradición cultural es especialmente valiosa y es necesario defenderla casi a cualquier precio mediante la creación o ampliación de su propia nación-Estado”
    • Religión: Elemento integral de muchas culturas, de la mayoría de las etnias y de algunos Estados.

    III – IDEOLOGÍAS

    Se debe diferenciar entre el nacionalismo como discurso y el nacionalismo como ideología.

    Como discurso (Ballester), es más antiguo que el nacionalismo como ideología. Entronca con la idea de una cultura cívica común a todos los ciudadanos de la nación o del Estado-nación, el uso de lenguas vernáculas, las costumbres y la cultura y folclore.

    Como ideología (que aparece en la Edad Contemporánea), el nacionalismo comparte tres supuestos comunes:
    1. Un conjunto de proposiciones básicas a las que se adhieren los nacionalistas, y que emanan de ellos.
    2. Una serie de ideales fundamentales presentes en todos los nacionalismos, si bien en distinto grado:
    1. El mundo está divido en naciones, cada una diferente a las demás.
    2. La nación es la única fuente de poder político.
    3. La lealtad a la nación está por encima de cualquier otra lealtad.
    4. Para ser libre es necesario pertenecer a alguna nación.
    5. La nación requiere autonomía y plena libertad para la propia expresión.
    6. La paz y justicia mundiales requieren un mundo de naciones autónomas.
    3. Una amplia serie de conceptos emparentados entre sí, que dan un significado más concreto a las abstracciones fundamentales del nacionalismo.

    La crítica al nacionalismo como ideología viene desde un punto de vista muy práctico: no se ocupa de justicia social, distribución de recursos o resolución de conflictos, sólo de adecuar la etnia al territorio histórico, con expectativas cumplidas, o no, de control soberano sobre dicho territorio. De hecho, se manifiestas normalmente como una ideología complementaria de otra.

    Por el contrario, el nacionalismo es más que un sistema de creencias: es una forma de cultura, e incluso una pseudo religión. Desde esta perspectiva, va más allá que cualquier ideología dominante, aunque entra en un campo, el del fundamentalismo, en el cual no existe debate posible, sino sólo imposición de ideas. Ni se pueden tocar las creencias, ni se puede tocar la nación de un fundamentalista.

    -> Autonomía, unidad e identidad nacionales. En eso se resume la ideología nacionalista.

    Respecto a la autonomía, lo común no es encontrar un Estado por cada nación, sino varias naciones dentro de un Estado. Y aunque el ideal muestre que el nacionalismo pretenderá dicho Estado propio, la realidad es que no siempre todas las naciones han buscado la independencia y la soberanía plenas y completas. Empero, lo que siempre buscarán todos los nacionalismos será la autonomía, cierto grado de autorregulación, aunque estemos hablando de una autonomía parcial.

    La unidad pretende unificar, homogeneizar el territorio, eliminando barreras o divisiones, o instituciones regionales y culturales; la creación de una sola cultura política, interna y externa. La unidad territorial es el primer paso para la unidad social y cultural, mucho más importante: no es que tengan que ser homogéneos, iguales, sino que sus sentimientos y su comportamiento ante la nación sí lo sean, dice Smith.

    La identidad es más esquiva: sentir que se pertenece a la nación, que la nación es propia y nuestra frente a las naciones de otros, y que es única. Se debe buscar, en consonancia con la autonomía y la unidad, la autenticidad, lo que realmente somos para poder identificarnos con ello, y la auténtica y esencial dignidad, un metaorgullo necesario para la identidad.

    Asimismo tienen especial importancia dentro de los conceptos las ideas de destino, futuro venidero réplica del pasado glorioso, la adhesión, entroncada con la identidad, aunque con mayor compromiso, siendo el amor a la patria, el suelo ancestral donde reposan los huesos de los padres y que hoy en día forma parte de la nación, siendo su paisaje único e inigualable en todo discurso nacionalista.

    Por otro lado, la socialización, la expresión pública necesaria de lo nacional, aquello que reclama autonomía, está unido y es esencialmente diferente, con identidad propia, es decir, la politización y socialización del nacionalismo, sumado al discurso nacionalista (nación elegida, tierra “sagrada”, pueblo intemporal y superior, al tiempo que diferente, al resto, destino e historia…) puede convertirlo en una religión pública y política, una doctrina intocable de la cual participan todos los ciudadanos de la nación, y la cual, como las divinidades, es intocable, sacra, y por la que podría uno sacrificarse.

    Voluntarismo: La nación se identifica por un sentimiento nacional. Cuando una etnia considera que es una nación, eso es condición suficiente.
    Organicismo: Una nación es tal cuando cumple una serie de criterios objetivos.

    El organicismo define la nación por una serie de variables dadas, independientemente del sentimiento nacional, mientras que el voluntarismo basa la existencia de la nación en la voluntad de los nacionales para con la misma.

    Patriotismo constitucional, que basa el nacionalismo no en cultura ni en política, sino en símbolos. Es una idea original de Habermas, con pretensiones de aplicarlo a la Unión Europea, y con bastante impregnación en el nacionalismo estadounidense.


    IV – PARADIGMAS

    Modernismo
    El paradigma modernista, dominante, establece que los nacionalismos, en tanto a movimientos e ideologías, son algo propio de la modernidad, estableciéndose como fecha simbólica 1789, aunque también se habla de la nación estadounidense de 1776. Desde este enfoque la nación también es algo moderno, aparecido a finales del siglo XVIII. No obstante, el único tipo de nación que conciben es la cívica, en los orígenes. El Estado sería algo de 1648 (paz de Wesfalia). Existen, según Smith, cinco características clave que son abordadas desde este enfoque:
    1. Socioeconómico: las naciones y el nacionalismo tienen su origen en ciertas características sociales y económicas del periodo, como el capitalismo industrial, las desigualdades regionales y los conflictos de clase, en una sociedad de masas.
    2. Sociocultural: naciones y nacionalismos son fenómenos necesarios sociológicamente de la época industrial moderna, que surgen en la transición de la modernización. Son la consecuencia de una alta cultura y de la transmisión de ésta a través de los sistemas educativos, estandarizados y obligatorios.
    3. Político: las naciones y el nacionalismo se forjan en y a través de los Estados modernos: homogeneizar a la población, identificarlos con el Estado y no con el Rey…
    4. Ideológico: se centra la atención en la fuerza ideológica del nacionalismo, casi religioso, y con una fuerza capaz de fragmentar o unir imperios y crear naciones donde no las había antes.
    5. Construccionismo: una corriente modernista que defiende que las naciones son construcciones sociales, obras de ingeniería social creadas para servir a los intereses de las élites gobernantes para canalizar la fuerza de las masas recién liberadas (Hosbawm), o para llenar el vacío dejado por las religiones cósmicas y las monarquías (Hosbawm y otros).

    Debates: ideología vs modernización. El nacionalismo es una doctrina de la voluntad vs el nacionalismo es una consecuencia del industrialismo.

    Perennialismo
    Muchas naciones existen desde un tiempo inmemorial. También se alimentaba de la idea de evolución social, de un progreso continuo de la nación desde el origen hasta la actualidad. Algunos perennialistas ven las naciones como comunidades naturales, como en el primordialismo. La base del perennialismo se basa en una prueba empírica que demuestre que las naciones han existido desde hace mucho tiempo, aunque no son, y de hecho huyen de esa explicación, algo natural y necesario.
    El perennialismo aparece como continuo, es decir, las naciones tiene un origen que podemos rastrear a través de la historias hasta a Edad media y aun más, y como recurrente, es decir, se dice que las naciones son históricas, pero que la nación como realidad es algo eterno y ubicuo. Las naciones aparecen y desaparecen, pero no así la idea de nación.

    Primordialismo
    Para el primordialismo, las naciones existen desde los albores del tiempo y se hayan en la raíz de los procesos y desarrollos ulteriores (viene a decir Abbé Siéyès). Es algo primordial. Variantes del primordialismo llevan al organicismo biológico, con una versión sociobiológica (la nación viene en los genes, básicamente, y por ello los lazos con los otros nacionales son naturalmente intensos, incluso dados), o a otra versión, que mantiene que los nacionales y los grupos étnicos se forman sobre la base del apego a los “supuestos culturales”. Estos supuestos, lo que sentimos y creemos, es determinante para este enfoque del primordialismo.

    Etnosimbolismo
    Se centra en los elementos subjetivos, en la persistencia de las etnias, la formación de las naciones y el impacto del nacionalismo. No excluye los elementos objetivos, sino que da más peso a los subjetivos. Centra su atención en la relación entre las élites y el pueblo, en la influencia interrelacionada, pues las clases bajas influyen en las altas, por medio de la lengua, costumbres y tradiciones e incluso aspiraciones. Por otro lado es un enfoque histórico y retrospectivo, pero no estamos hablando, como en otros paradigmas, de naciones o nacionalismos pretéritos, sino de etnias e identidades culturales pasadas, ligadas directamente con las naciones y el nacionalismo actual, que han influido, acaso determinado, los últimos. Así, las naciones son una forma especializada de etnia, pues no todas las etnias se han convertido en naciones, al tiempo que explican, histórica y sociológicamente, la pasión y el apogeo colectivos. Por último, estos enfoques ayudan a comprender tanto la persistencia como las transformaciones de estas identidades culturales colectivas.

    Otros debates

    Razón (modernismo) vs emoción (modernismo radical): la lógica de las poblaciones periféricas aliadas con las élites periféricas contra el Estado centralizador, en la línea de la rational choice, la búsqueda racional de bienes colectivos, vs el etnonacionalismo, el nacionalismo único y real, en el cual las personas creen estar ligadas por un pasado y unos lazos ancestrales comunes, por la sangre, y la filia que se profesan a sí y a la nación es completamente ajena de lo racional, es esencialmente emocional. Las naciones sólo surgen cuando sus miembros son conscientes de ello, cuando todos son nacionales, y ello implica la participación política de todos, incluidas las mujeres.

    Política (modernismo) vs cultura (¿primordialismo?): el nacionalismo no es sino una ideología pensada para controlar el Estado, bien desde el propio Estado, homogeneizando a la población en una nación, bien desde las periferias opositoras, para tomar parte en el control de Estado o crear uno nuevo bajo su hegemonía vs una idea que indica que el nacionalismo surge, de forma cultural, en tres fases, 1) gestación en las élites intelectuales y políticas de la idea de la nación, 2) difusión de esa idea por periodistas, profesores, y agitadores, y 3) participación de toda la sociedad de la idea común de nación y su movilización en pro de la misma. Hablamos pues de un nacionalismo indiferenciado de la cultura, aunque en la realidad a este nacionalismo políticocultural le acompaña y complementa un nacionalismo puramente cultural, que toma ideas mitificadas de pueblos del pasado y pretende revivir.

    Construcción (modernismo) vs reinterpretación (etnosimbolismo): la nación es creada o bien es “rescatada”, en base a una cultura preexistente, y reinterpretada para modelarla según la coyuntura específica.

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