Hoy, segundo de abril, en Londres se han reunido los líderes del G-20 con ánimo de atajar la crisis financiera que sobrelleva el mundo desde hace varios meses. La respuesta a esto ha sido una crecida en las bolsas, y una declaración de principios acompañada de la promesa de un billón de dólares para llevar a cabo las propuestas, o las nacionalizaciones de los bancos, según se vea.
La declaración, que puede leerse en PDF aquí, habla de:
1) Restaurar la confianza, el crecimiento, y los trabajos.
2) Reparar el sistema financiero para restaurar el interés (malo).
3) Fortalecer la regulación financiera para restaurar la confianza.
4) Financiar y reformar las instituciones financieras internacionales para superar la crisis y evitar las futuras.
5) Promover la inversión y el comercio global, rechazando el proteccionismo, para apuntalar la prosperidad, y
6) Crear una recuperación inclusiva, verde y sostenible.
La declaración ofrece excusas sobre el problema, y más excusas sobre las medidas tomadas. Disfrazando la fachada, la declaración del G-20 anuncia que pretender resucitar el capitalismo, quitándole quizá la etiqueta de extremo o salvaje, pero sin solucionar el auténtico problema.
Es interesante ver cómo viejos órganos (FSF) se refundan en nuevos (FSB, Financial Stability Board), añadiendo más miembros al organismo. Pero, así a ojo, nada nuevo. O leer cómo se critica el proteccionismo, cuando EEUU y la UE son los entes más proteccionistas del mundo... Todo ello, por supuesto, revestido con la etiqueta más políticamente correcta del mundo: verde.
El nuevo capitalismo será ecológico. Pues vaya.
Pd: si mi calculadora no falla, un billón de dólares ($1.000.000.000) dividido entre 6.500 millones de seres humanos toca a algo más de $150 por barba. Eso es lo que vamos a poner todos para salvar a los bancos.
0 comentarios:
Publicar un comentario