Europa está en Beethoven

... por eso de las incertidumbres. Bueno, he dejado mi trabajo en la Venta del Alma. Ayer no fui a trabajar, y decidí regalarme la noche junto a Ana. Hay que ver lo acogedoras que son las gasolineras de 1.05€ el litro de gasoil cuando hace un frío que pela en la calle.

Así que, a fin de cuentas, he abandonado mi trabajo sin contrato, nocturno, mal remunerado y que explotaba mi fuerza de trabajo (en términos laborales) en condiciones poco motivadoras; un lugar lleno de padres y madres borrachos como cubas, que acosan a los camareros, que cogen sus coches para volver a sus miserables vidas ciegos de alcohol, en un ambiente donde la música siempre es la misma, y apesta de lo comercial que es, donde, después de unos seis meses, con un parón para EEUU, aún no era "extra fijo", con un jefe-dueño-trepa buscabroncas de cincuenta tacos, faltos siempre de gente, etcétera. Lo mejor de todo es que, estando preparado para ir, esperando que diesen las diez, nadie llamó para comprobar por qué no iba. Delicioso.

En fin, por lo único que lo lamento es por los compañeros, que sí me han motivado, que sí han merecido la pena en el poco tiempo que he compartido con ellos en las horas de trabajo. Y de momento, aprovecharé para no hacer nada un tiempo, y tocarme los huevos los fines de semana.

Bueno, esto es una vela en sepia, es el bodegón prometido xD

Esta semana llevaré la cámara a Madrid, quiero capturar la tarde cayendo sobre el nuevo sky-line. Ah, y que alguien me recuerde que tengo que ir de día al Palacio de Galiana. El viernes, por casualidad, lo asaltamos Ana y yo de madrugada, a eso de las dos. La puerta estaba abierta y lo visitamos completito, por dentro, aunque hacía un frío de pelotas. En cuanto tenga fotos del palacio diurnas subo las que ya he hecho nocturnas. Y quién sabe, igual aparece algún fantasmilla para mandarle a Íker...